Hablo de las mujeres que deciden libremente llevar el velo siguiendo sus creencias religiosas. Las que son obligadas merecen un comentario aparte. No hay derecho alguno que resista semejante intrusión en la libertad. Pero sabemos que hay mujeres que deciden llevarlo por fidelidad a su sentimiento religioso.
¿Por qué se empeñan muchos en que no lo lleven? Seguramente desde nuestra cultura no lo podemos entender y. ciegos, nos negamos a intentar comprender los motivos que les llevan a tomar esa determinación.
Admiro su valentía, más cuando todo el mundo las señala con el dedo y las aparta. No entender lleva a despreciar. Así somos.
Creo en la libertad de cualquier persona para vestir como quiera y creer en el dios que crea; creo en la libertad para manifestar externamente las convicciones, de todos modos, no está tan lejos de nuestras monjas con hábito y los sacerdotes con alzacuellos (por no hablar de las sotanas que a veces aún se ven).
Da la sensación de que para los nuestros sí vale y para los demás no. Que unos pueden pregonar y vestir según su religión les indica y otros no. ¿Aún seguimos creyendo que la nuestra es la única verdadera?
¿o nos sentimos amenazados?