domingo, 19 de julio de 2015

perdonar

El perdón no depende de si tú quieres que te perdone, sino de si yo te quiero perdonar. Porque el perdón es una decisión personal, una decisión del corazón. Perdonar, entonces, se convierte en una decisión, mediatizada por cerebro y corazón, en que se implican nuestra libertad y responsabilidad. La libertad de elegir lo que quiero hacer con lo que me han hecho y la responsabilidad de dar una respuesta a esto que la vida, ahora, me plantea. El ser humano es el único animal que siente culpa. Pero estamos por encima del sentimiento para, como forma de superarnos a nosotros mismos, tomar una opción.

Mi perdón no depende de si me lo piden o no; el que lo pidan o dejen de pedir es un añadido; el perdón nace de dentro de uno mismo. Que el otro reconozca su responsabilidad o culpa, ayuda, pero no se trata de esto. En situaciones en que lo que nos sucede no tiene relación directa con una persona (catástrofes, atentados,....), sería imposible entonces perdónar, porque nadie nos va pedir clemencia. El perdón no depende de que el otro reconozca el mal que ha hecho, sino de una decisión personal. . Cuando se pide, se otorga; cuando no se pide, se regala.  


Perdonar supone tomar las riendas de lo que quiero hacer con lo que me ha pasado. No voy a dejar que me amargue la vida, por ejemplo, no voy a repetir el mismo comportamiento (abusador que abusa, por ejemplo, maltratador que maltrata, hiriente que hiere). Decido desanclarme de lo ocurrido. Frankl habla de no dejar que el pasado esté interfiriendo en el presente. Lo pasado, pasado está. El presente es lo que tengo delante y en base a las decisiones que ahora tomo, construyo el futuro.
 

domingo, 31 de mayo de 2015

El legado

Me gusta pensar que las personas que han formado parte de nuestra vida y ya no están, han dejado huella en nosotros y nos transmiten el legado de todo lo que, para ellas, era importante en su vida. Y la forma de honrar su vida es aceptar o, por lo menos reconocer, que podemos tomar en nuestras manos todo aquello en lo que creyeron y lo que defendieron, para convertirlo en parte de nuestra forma de vida.
El legado se acepta o no. Nada, legalmente, nos obliga a asumirlo. Es el resumen de toda una vida que se nos ofrece para ver qué decidimos.
Cada persona transmite lo que vive. En mi caso, reconozco que de mi padre aprendí a tener siempre un hueco en el corazón para los demás, a esperar siempre con los brazos y el alma abiertos a los otros. De mi madre, el servicio, ese estar pendiente de lo que necesitaban los demás. Por encima de sus necesidades (acepto su vida, aunque ahora reconozco que es importante no olvidar las propias necesidades). Y acepto estos retos como parte de mi vida. Asumo el legado de la bienvenida y el servicio.
Porque para ellos fue importante, y quiero que lo sea para mi.
Porque de este modo, sigo siendo lo que ellos fueron.
Y una parte de ellos sigue viva.
Cada uno sabe qué transmitió con su vida la persona que ha fallecido. Y, en parte, cada uno decide si quiere honrar su recuerdo con la continuidad. Porque no es obligatorio. Y parte de una decisión personal.
En esta carrera de relevos que es la vida....¿cual es el testigo que recibo?

domingo, 17 de mayo de 2015

Del sentimiento trágico de la vida

Con permiso de D.Miguel de Unamuno, me ronda en la cabeza  una expresión acuñada por él, "el sentimiento trágico de la vida"... y, con toda la distancia que impone mi ignorancia, pienso en todas las personas a mi alrededor que viven la vida desde la tragedia, pensando siempre en lo peor que puede ocurrir, en una continua Ley de Murphy existencial donde siempre va a ocurrir lo peor. Y si tengo una alegría, seguro que luego viene algo negativo. Y, sin creer en voluntarismos mágicos y Secretos, es cierto que el estado de ánimo cuando espero lo negativo hace que me fije sólo en ese tipo de cosas, acrecentando la sensación de que se cumple mis negativas premoniciones.... cuando en la vida hay sol y luna, luces y sombras, alegrías y penas, .... ¡vida!
Ante el sentimiento trágico de la vida propongo responder a lo que la vida nos pide en cada momento, sea lo que fuera. Porque, por encima de tragedias, está mi libertad para decidir cómo vivirlas. 
¿Apostamos por un "sentimiento responsable de la vida"? 

viernes, 15 de mayo de 2015

La vida en Bolero

La vida es como el Bolero de Ravel.

Reconozco que me gusta el Bolero y que aún hoy la considero mi "melodía antidepresiva", esa que escucho en momentos de baja forma anímica... me levanta la moral.
Y escuchándolo un día, me dí cuenta de que es como la vida misma, una machacona melodía de fondo, constante, presente en todo el desarrollo, pero aderezada con la presencia de los distintos instrumentos que llenan la vida de vida. No todos me gustan. Pero juntos son maravillosos. Tras toda la vida intentando ser constante en la melodía, en el sostenido, las distintas experiencias aportan riqueza. Creo que mi melodía de fondo la componen los valores que he recibido, la forma en que he sido educado. Siguen presentes durante toda la vida, marcan mi forma de entenderla y vivirla.
Cada una de las cosas que me han pasado, da riqueza a mi experiencia, completa mi melodía vital. Claro que no todo me gusta, que hay instrumentos que me agradan más que otros.... pero al final, es mi vida.
Y espero que, como el bolero, acabe en un silencio que haya conseguido mantener una melodía hasta el momento de desaparecer... mutis por el foro....

La música  https://www.youtube.com/watch?v=KK23BhEQVyU

jueves, 19 de marzo de 2015

“Si hay aquí, habrá allí”
Ya sé que es un pensamiento muy infantil, pero suele venir a mi mente cuando ando buscando aparcamiento al llegar a casa. Veo un sitio y se dispara mi mente mágica (e ilusa): si hay aquí un sitio, es que hoy no hay problemas de aparcamiento y seguro que más cerca encuentro sitio.
Ni que decir tiene que no es así, que luego no hay más sitios y cuando vuelvo al anterior…. Se ha metido un ocupa… más vueltas en busca de otro sitio…
Y me doy cuenta de que muchas veces en mi vida me ocurre lo mismo, que veo algo que me vendría bien y lo rechazo esperando que llegue eso que, seguro, es mejor. Que también en la vida, en mi vida, sigo pensando que lo mejor está por venir. Y que lo bueno ahora es una nimiedad comparado con lo que, seguro, va a aparecer.
Y me veo dando de nuevo vueltas buscando oportunidades perdidas.
Decido desde ahora no dejar pasar ninguna oportunidad, valorarlas y aprovecharlas, saber leer en el presente lo que me ofrece. Aparca cuando encuentres sitio. Olvida lo que no conoces. Disfruta y vive el momento. Que las oportunidades, como los huecos, pasan y siempre hay alguien deseoso de aprovecharlas.
Vivir cada día rescatando y aprovechando lo que me presenta.
Que lo que no está no invalide lo que sí está.

Espero conseguirlo. 

jueves, 1 de enero de 2015

OLVÍDATE DE TI. PIENSA EN TI

OLVÍDATE DE TI. PIENSA EN TI

Algunas ideas para ponerse "manos a la obra" y cambiar.

OLVÍDATE DE TI....

Olvida los prejuicios contra ti mismo; el pre-juicio es justo eso, un juicio previo que hacemos sobre nosotros, sobre nuestras capacidades....y no suele ser positivo....los "yo nunca voy a...", "a mi siempre...".... Son parte de todas ideas preconcebidas sobre nosotros. Rompe con ellos. Atrévete a pensar en ti como una persona nueva.
Olvida si tienes o no ganas de ponerte en marcha....que hagas algo no depende de las ganas, sino de una decisión y se pueden hacer cosas aun estando desganado. Las ganas están sobrevaloradas, lo importante es que somos capaces de hacer lo que queremos aunque no nos apetezca.
Olvida tus miedos. Son un pensamiento, fruto de la mente....y la mente es tuya, luego mandas tú. Le damos demasiado poder a los pensamientos, los tratamos como si fueran "verdad verdadera" y los seguimos a pies juntillas. Ponlos en cuarentena. Ya tienes experiencia de que la forma de pensar cambia y que lo que hoy te parece importante mañana no lo es tanto. El pensamiento....también está sobrevalorado,
Olvida que a veces te cansas...no insistas mucho en ello. Cuanto más hablas de cansancio, mas cansado te sientes. Cambia el "estoy cansado y no puedo" por el "puedo aunque esté cansado". Cada palabra que dejas entrar en tu mente tiene la tendencia a quedarse. Si dejas que entren palabras que te agotan, se quedarán. ¿Y si las cambias por palabras de ánimo?
Olvídate de tus compromisos por un tiempo. Libérate. Descansa.  Los compromisos nos los marcamos nosotros mismos en nuestra agenda mental. Al final, son una decisión que tomamos. ¿Y si en esa agenda guardas un tiempo para sentirte libre? Sigue la pista de los compromisos...porque cada uno de ellos parte de una decisión personal. Si encuentras esa decisión, el compromiso se desvanece para convertirse en una elección, en algo que quieres. Usa la fórmula mágica del "yo decido" para
afirmar que es un acto de tu voluntad.
Olvida tus "debería ". Todas esas imposiciones que nos marcamos, desde cómo  hemos de ser a cómo comportarnos...yo debería....poder conseguir...ser más....tener menos....yo debería..... El único debería que vale es ser feliz y ser una persona auténtica....los demás son imposiciones tiranas.
Olvida lo que dicen o creen que eres y se fiel a ti mismo, a tu forma de ser. Lo que nos dicen los demás nos define demasiado a menudo. Y tendemos a creerlo y asumirlo como propio. Y olvidamos lo que realmente somos.
Olvídate de Superman y Superwoman. No lo somos. No tenemos poderes para todo. Es mejor aceptarnos tal como somos, con limitaciones incluidas.

PIENSA EN TÍ

Piensa en lo que te motiva, en aquello que es capaz de, a pesar de las circunstancias, hacer que te pongas en marcha. Encuentra el sentido de cada cosa que vives, porque el sentido, la respuesta al para qué me ocurren las cosas, es lo que nos hace encontrar motivos para seguir avanzando.
Piensa en las veces anteriores en que, ante situaciones parecidas, has descubierto que si puedes. Si otras veces has conseguido lo que creías imposible, ¿por qué no puede ocurrir también ahora? Fabrica tu propio historial de éxitos. El de fracasos lo solemos hacer casi automáticamente, nos parece lógico. Y es lógico también, o es bueno que lo sea, que guardemos en nuestro "disco duro" el recuerdo de nuestra historia de superación personal. Algún día se convertirá en algo automático. Mientras tanto, guárdalo manualmente.
Piensa en todo lo que te hace sentir mejor persona.
Piensa en ti, no tengas miedo. No es egoísmo, sino supervivencia. Cuídate, mímate, trátate como si fueras la persona a la que más quieres.

Y NO OLVIDES....que tienes personas a las que les importas y quieren lo mejor para ti....me pido "primer".