¿Y
SI LO NOÉTICO VIENE CON CUATRO PATAS?
Llevo unos días reflexionando sobre las Terapias y Actividades
asistidas con animales, para una charla que compartiré con unos
amigos el próximo octubre. He descubierto aspectos interesantes que
quiero compartir desde una lectura que intenta unir el pensamiento de
la Logoterapia con la presencia en nuestras vidas de animales.
Mi
primer descubrimiento
fue que cuidar una mascota puede convertirse en una tarea, en un
lugar de trabajo, de acción, de devolver al mundo parte de lo que
hemos recibido. Sabemos por la logoterapia que cuando una persona
vive la tarea que realiza como misión, con compromiso, está en la
línea de encontrar el sentido. El animal despierta
el interés y deseo de protección. Podemos hablar
del comportamiento epimelético, el instinto que nos lleva a nosotros
y a los perros a proporcionar cuidados y atenciones, especialmente
hacia los cachorros. es lo que permite que los perros nos cuiden y lo
que activa en nosotros el cuidado.
Vivirlo como una tarea es una forma de acercarse al sentido. Hace
sentirse útil y aportar algo a la vida. De ahí a no abandonarse,
porque estamos implicados en el cuidado de otro ser vivo, hay un
pequeño paso.
Estamos hechos para cuidar y cuidar hace que aumente
nuestra autoestima.
El
segundo descubrimiento
tiene que ver con la segunda propuesta de Frankl para encontrar el
sentido: lo recibido de la vida. Y en el caso de las mascotas, el
cariño recibido es desinteresado, gratuito, libre de
condicionamientos sociales. La experiencia de recibir y sentir el
afecto incondicional de un animal hace que algunas personas mantengan
la esperanza. Por eso es una buena opción la presencia de perros
entrenados en residencias de tercera edad, hospitales.... su eficacia
está más que demostrada. Quiere y déjate querer.
Los animales abren la comunicación en canales emocionales a los
que, de otro modo, cuesta mucho llegar.
Se
establecen afectos. Y el sentimiento es una forma de acceso al
sentido. La presencia calurosa y reconfortante de una mascota nos
acerca a disfrutar de esa parte de la vida que no exige etiqueta y
que da sin esperar nada a cambio, porque el hecho de estar con
nosotros es suficiente. Los perros tienen una capacidad increíble
para detectar estados emocionales.
CUATRO
PATAS PARA EL SENTIDO
Además de estas intuiciones acerca del sentido, hay otros elementos
en que se pueden encontrar pistas que lleven a él.
PRIMERA PATA.- RESPONSABILIDAD.- Sentirse
responsable del cuidado. Alimentar, cuidar, cepillar,.... Aumenta la
motivación.
Y estar motivado es no dejarse morir, en el caso de
los ancianos y de seguir ilusionado. Dejarse llevar y morir en vida
tiene relación con la falta de sentido en la vida.
SEGUNDA
PATA.- DERREFLEXION.- Ayuda a descentrarse de uno mismo,
dejando de dar vueltas a los propios problemas. Olvidar el dolor y
centrarse en la mascota. Sorprendentemente, se
usan mucho las terapias y actividades asistidas con animales en
trastornos traumáticos (ansiedad por estrés postraumático) porque
tienen la capacidad de abrir el mundo de las preocupaciones a otro
ser vivo. Actúan distrayendo de la ansiedad. Y
es muy eficaz para dejar de darle vueltas al pensamiento sobre la
propia enfermedad. Su presencia en hospitales, en centros de
atención, en familias con hijos o miembros con problemas, hace que
por un momento se olviden de su malestar. La sonrisa de un niño
hospitalizado o un anciano en residencia cuando recibe la visita de
su amigo peludo... es la demostración de cómo el animal puede
ayudar a olvidar lo que está viviendo.
TERCERA PATA.- AUTOTRASCENDENCIA.- Focalizar la atención en otro, en
el animal, en vez de en uno mismo. Ser capaz de hacer algo por
alguien, en este caso un acompañante de cuatro patas. Cuando nos
centramos en algo distinto a nosotros, abrimos la puerta para el
encuentro del sentido. Por eso está demostrando su eficacia en
comportamientos que tienen que ver con estar excesivamente centrados
en uno mismo, libera de ansiedad autocontemplativa y abre el camino
para comprobar que no estamos solos en el mundo. Y se produce un
cambio en la forma de comunicarse, de modo que consiguen que nos
preocupemos por alguien más que nosotros mismos y retomemos la tarea
de empatizar con los demás. Es más fácil entender cómo se siente
un animal que, a veces, las personas. Por ahí se empieza a salir de
uno mismo.
CUARTA
PATA.- HUMOR/DISTRACCIÓN.- Basado
en la capacidad de los animales de
entretener. Incluso a las personas a las que no le gustan los
animales les gusta verles moverse, actuar.... sus “trastadas” y
su forma gratuita de mostrar cariño. Entretiene y distrae del dolor
y de los problemas. Se puede jugar con ellos, bromear sobre ellos,
reírse.... y no te lo van a tomar a mal.
Esto son sólo unos apuntes sobre el sentido y las mascotas, escritos
casi a vuelapluma... la posibilidades se de seguir reflexionando
están ahí como un interés por integrar en nuestra vida a nuestras
mascotas, por entender cómo pueden ayudarnos a encontrar el sentido.
El gran descubrimiento personal es entender que todo en la vida nos
puede ayudar.