jueves, 24 de mayo de 2012
EL PERVERSO EFECTO ACTIVIA
Todo empezó como una respuesta a ocasionales problemas digestivos... una ayuda láctea que pude ser útil. Pero el tirón del mercado hace que ya no sólo se recomiende este yogur cuando puede ser conveniente, sino que se recomienda “por si acaso”, “para prevenir”,.... en el fondo, para crear necesidad donde no la hay. Dejo a los médicos la cuestión de si es conveniente o no aportar al organismo ayudas extras... parece que no es bueno... pero no soy yo quién para comentarlo.
Sin embargo, sí quiero reflexionar sobre algo que me llama la atención: las necesidades creadas. Un tema conocido por muchos y cada vez con más fuerza.
Porque no somos capaces de vivir el momento y disfrutar lo que tenemos, sino que siempre miramos un palmo por delante de nosotros para alcanzar una nueva meta en la que ponemos toda la ilusión y que se acaba, también, desvaneciendo. Porque nos hemos acostumbrado a crear necesidades (el yogur es sólo un ejemplo, fruto de una estrategia publicitaria legítima). Pero voy más allá, porque nos acostumbramos a actuar antes de que las cosas sucedan, sin dar margen a las variaciones y recuperaciones que puede tener la vida. Vivimos más pensando en si voy a tener un hipotético malestar estomacal que disfrutando del bienestar que gozo ahora que no lo tengo.
Vivamos el presente, tal como es, en sí. No podemos tener todo previsto. Si vienen momentos delicados, ya los afrontaremos; tenemos recursos.
La alternativa es seguir tomando nuestras activias mentales... por si acaso.
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